La Cola de Pavo (Trametes versicolor), llamada así por sus franjas de colores que recuerdan a la cola de un pavo real, es un hongo que crece sobre la madera muerta de los bosques templados en Asia, América del Norte y Europa. Durante siglos ha sido un pilar de la medicina tradicional china, conocido como «Yun Zhi», donde se ha utilizado para fortalecer la vitalidad y la resistencia del cuerpo.
Lo que hace especialmente valioso a este hongo es su capacidad para apoyar el sistema inmunológico, un beneficio que la ciencia moderna ha validado. Los extractos de Cola de Pavo contienen polisacáridos como el PSP (Polisacárido Péptido) y el PSK (Krestin), compuestos bioactivos que han sido utilizados como terapia complementaria en pacientes con cáncer y otras enfermedades terminales.
En Japón, el PSK ha sido aprobado como un medicamento adyuvante en el tratamiento del cáncer desde la década de 1970. Se administra junto a la quimioterapia o la radioterapia para mejorar la respuesta inmunológica del paciente, aumentar la tolerancia a los tratamientos y, en algunos casos, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia. Investigaciones publicadas en el Journal of Cancer Research and Clinical Oncology demuestran que el PSK puede aumentar la producción de células inmunitarias y mejorar la actividad de las células NK.
Además, la Cola de Pavo tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que puede ser beneficioso en la reducción del estrés oxidativo asociado a las enfermedades crónicas. También se ha estudiado su papel en la protección hepática y la mejora de la salud intestinal, fortaleciendo la barrera inmunitaria del cuerpo desde el intestino.
Aunque la Cola de Pavo no es un tratamiento curativo, su inclusión como suplemento en terapias integrativas ha mostrado ser segura y efectiva como apoyo inmunológico en pacientes que enfrentan enfermedades graves.