En el mundo de los suplementos y productos naturales, los hongos funcionales han ganado una popularidad creciente. Sin embargo, es común encontrar en el mercado tanto extractos de hongos como hongos enteros en polvo, lo que puede generar confusión entre los consumidores. ¿Cuál es la diferencia y cuál es más efectivo? La respuesta se encuentra en el origen, el proceso de producción y la concentración de sus compuestos activos.
Históricamente, los hongos enteros han sido utilizados en la medicina tradicional de culturas como la china, japonesa y las tribus indígenas de Siberia. Consumidos en forma de decocciones o infusiones, los hongos como el Reishi, el Chaga y la Melena de León eran preparados lentamente para extraer sus principios activos. Este método aseguraba que el consumidor obtuviera no solo los compuestos beneficiosos como los polisacáridos y triterpenos, sino también fibras y otros nutrientes presentes en el hongo completo.
Por otro lado, los extractos modernos concentran estos compuestos activos a través de procesos que incluyen la extracción con agua caliente o alcohol. Esto permite obtener una mayor concentración de polisacáridos, betaglucanos y otros fitoquímicos en una dosis más pequeña. Por ejemplo, un extracto 10:1 significa que se han utilizado 10 kilos de hongo entero para producir 1 kilo de extracto, lo que garantiza un nivel de potencia superior.
Desde el punto de vista científico, los extractos estandarizados ofrecen ventajas para quienes buscan efectos terapéuticos más pronunciados. Son más fáciles de absorber y permiten obtener resultados más rápidos, sobre todo en apoyo al sistema inmunológico, la función cognitiva o la energía celular. Los estudios actuales demuestran que los extractos de alta calidad, especialmente aquellos que especifican su contenido en beta-glucanos, son eficaces como complemento funcional.
Sin embargo, el hongo entero sigue teniendo su lugar en la nutrición, especialmente para quienes buscan un enfoque holístico. Al consumir el hongo completo se obtienen otros nutrientes, como minerales, vitaminas y fibras prebióticas que contribuyen a la salud intestinal.
En resumen, elegir entre extractos de hongos o hongos enteros depende de los objetivos personales. Los extractos son ideales para quienes buscan un efecto concentrado y terapéutico, mientras que el hongo entero ofrece un enfoque más completo y nutritivo, similar al consumo tradicional practicado durante siglos.